Kauai, Hawaii – Paisaje alucinante

De todas las islas que tiene Hawaii elegimos Kauai, pues habíamos oído hablar muy bien de ella, y además tenía un tamaño adecuado para recorrerla en bici. Es la isla donde rodaron ‘Parque Jurásico’.

La verdad es que no nos ha decepcionado. En general el paisaje es muy exuberante, lleno de montañitas multicolores, cascadas de película y por supuesto, playas increíbles.

Al poco de llegar decidimos dar una vuelta panorámica en avioneta, para tener una visión general de toda la isla, y lo hicimos en un flamante biplano rojo, como los que se pilotaban en la primera guerra mundial:

La experiencia de ir en una especie de descapotable aéreo fue espectacular, pero también es cierto que las aparatosas alas reducían bastante la vista panorámica.

«Vistas» de la costa Napali desde la avioneta

Después de aquel pequeño lujo comenzó nuestra ruta en bici por la isla, de sur a norte. La carretera principal rodea Kauai a modo de círculo, pero tiene un pequeño fallo, pues no la rodea por completo, y al llegar a cierto punto hay que dar media vuelta. Es totalmente razonable, ya que para hacer una carretera completa habría que destrozar bastante el paisaje.

Vista del valle de Hanalei

En Kauai no hay campings, sino sitios en los que te dejan acampar a cambio de 3$ por persona. Suelen estar situados junto a idílicas playas, y eso compensa el hecho de tener un confort bastante reducido. Está claro que la mayoría de la gente viene a estas islas en plan cómodo, con un hotel reservado y las excursiones ya organizadas, pero nosotros nos seguimos empeñando en sufrir, y a veces nos ha costado organizarnos para encontrar sitio para dormir donde teníamos planeado. Bueno, a estas alturas del viaje tenemos claro que la bici tiene sus ventajas y sus desventajas.

Acampada en Anini beach

Durante nuestra ruta hacia el norte de la isla hicimos una visita al Colegio Pu’ukumu, con el que teníamos concertada la visita. Nos costó dar con el sitio, pues si algo caracteriza a Kauai, aparte de la cantidad de gallinas y gallos que hay por todas partes, es la ausencia de señales. Ya puedes estar buscando la playa más famosa de la isla, que no lo vas a ver indicado en ninguna parte. Como no podía ser menos, el colegio tampoco estaba indicado. Al final conseguimos llegar y allí estuvimos compartiendo un rato con los relajados alumnos, la campechana directora y una simpática mujer que trabajaba en administración, que nos confesó que la relación con los hawaiianos cuando vienes de EEUU no es tan fácil como puede parecer. Todo esto y mucho más, en el vídeo que podéis ver pinchando aquí.

Después de esta visita continuamos recorriendo en bici la isla, ya un poco más adaptados a ella, con nuestras correspondientes paradas en playas para hacer acampada. En una de estas playas, Tunnels Beach, pude hacer algo de snorkel. Creo que es la playa que más me ha gustado de todo el viaje.

Los peces que pude ver eran bastante vistosos:

Cerca de esa playa acaba la carretera principal de la que os hablé antes, y desde ese punto parten una serie de rutas a pie, entre las que elegimos una no muy dura que acababa en una gran cascada. No era mucha distancia, unos 13 km, pero debe de ser que no estamos acostumbrados a caminar, pues todavía hoy tenemos agujetas en los gemelos. El camino recorría parte de la costa y después se internaba en la espesura, donde había que atravesar ríos y toda serie de dificultades, hasta llegar a una cascada.

Parte cómoda de la ruta

Nuestra última visita fue al Cañón de Waimea, un lugar al que no llegamos en bici, pero que no nos podíamos perder. Dicen que no es comparable al Gran Cañón en tamaño, pero sí en belleza. La verdad es que nos impresionó bastante, y cuando lleguemos al Gran Cañón ya os diremos cuál nos ha gustado más.

Esta noche hemos llegado a San Francisco, donde comienza nuestra segunda parte del viaje por EEUU: California. Ya os contaré más cosas desde aquí. De momento voy a ver si duermo un poco, aunque con el jaleo que hay en la calle…

¡Nos vemos!