Malasia nos ha seguido ofreciendo multitud de cosas interesantes a medida que nos dirigíamos hacia el sur. Bellos paisajes, sorprendentes templos y ciudades dignas de visitar. Una primera mención ha de ser para la variopinta ciudad de Georgetown, en la isla de Penang. El estilo colonial se respira en varias de sus calles y edificios, y aunque es más turístico que otros lugares de Malasia, no llega a ser agobiante. Allí aprovechamos para entrar en un curioso y divertido lugar:
También pudimos contemplar la manera en que llevan a los malhechores a prisión. ¡Como en las películas!
…y es que Malasia puede resultar en ciertos momentos, algo cómico. Como ejemplo, aquí tenéis estas estrictas normas que nos encontramos al entrar en un aseo de carretera. Fijaos en la parte de la derecha:
Bromas aparte, volvamos a los espléndidos decorados que nos hemos ido encontrado por el camino. Una de las mezquitas más bonitas del viaje, sin duda la Mezquita de Ubudiah, en Kuala Kangsar. Parecía sacada de la película de Aladín.
o el idílico parque de Taiping, en el que los monos de ojos blancos trepaban por sus árboles a placer. Aquel día cayó una buena, y me pilló en plena piscina.
Pero el mejor paisaje lo pudimos disfrutar al subir, con ayuda de un autobús, a las Cameron Highlands, una zona de montaña repleta de plantaciones de té, algo que no habíamos visto en ningún otro lugar. La excursión en bici por allí fue muy agradable, sobre todo porque el clima de aquella zona era bastante más fresco.
Desde allí fuimos a la capital, Kuala Lumpur, donde las altísimas Torres Petronas acaparan todo el protagonismo. Fue todo un placer poder pedalear junto a estos colosos de 452 metros.
Allí también teníamos una cita con el colegio Sri Bestari, el décimo del viaje. Nos recibieron con gran alegría, y coincidió que el día de nuestra visita celebraban una festividad hindú, con lo que pudimos disfrutar de un exótico ambiente, e incluso participar un poco en el festejo. Después, en una sala con más de doscientos niños y micrófono en mano, expliqué el proyecto en bici y proyectamos las preguntas que desde el Zola les hacían los alumnos de 2º ESO A, algo que acogieron con gran entusiasmo. La mezcla de culturas malaya, china e hindú, presentes en el colegio, hacían de todo aquello un lugar difícil de olvidar. Después del acto, muchos niños se acercaron a saludarnos con gran admiración. ‘Can I shake your hand?’ me preguntó uno 🙂
El que quiera ver el vídeo completo de nuestra visita a este colegio, puede hacerlo pinchando aquí.
Después de unos días más en la capital, continuamos nuestra ruta hacia el sur, pero entonces yo empecé a estar algo mal del estómago, y después de varios días sin poder comer y sin apenas fuerzas para seguir con la bici, decidimos coger un autobús que nos llevara directamente hasta nuestro destino final: Singapur. Este país – ciudad es un lugar tan perfectamente organizado y se siente uno tan controlado y protegido, que puedes pensar fácilmente que estás en la guardería. Hoy mismo, en el McDonalds, las dependientas se nos han acercado tres o cuatro veces para comprobar si estábamos disfrutando del menú. Una de ellas para ver por qué no empezábamos a comer una hamburguesa que estaba sobre la bandeja, y otra para saber por qué le había quitado un trozo de lechuga a mi wrap de pollo. ¡Me parecen unos mimos excesivos!
Hoy hemos empaquetado las bicis de nuevo y mañana cogeremos un avión hacia Australia, la tercera parte del viaje. La verdad es que yo sigo con cierta flojera, y mi estómago parece que quiere seguir dando guerra, así que no sé cómo me responderán las fuerzas en el nuevo continente, pero bueno, se hará lo que se pueda.
¡Nos vemos!
Lo excesivo nunca es bueno. Espero que te mejores camino del sur. Un fuerte abrazo desde las antífonas.
Me gustaMe gusta
Pues sí, a ver si me sientan bien estos aires.
Un abrazo
Me gustaMe gusta
Espero que mejores pronto, Juanma. Ánimo, es normal que el cuerpo se queje un poco con tanto cambio de ciudad, pais, continente…todo sea por la maravillosa experiencia. Abrazo fuerte!
Me gustaMe gusta
Gracias 🙂 Esperamos ver algún canguro por lo menos.
Un abrazo
Me gustaMe gusta
Con cada entrada que haces contando todo, más ganas me dan de hacer algo parecido. Es una pena que hayas tenido que terminar tu viaje en Asia estando mal de la tripa…espero que te recuperes bien y pronto cuando estés en Australia.
Ah y, seguramente eches el fresquito un poco de menos, porque ahora que me acuerdo empezaste a finales de agosto con la ruta, ahora estás cerca del ecuador y pronto estarás en el hemisferio sur con el veranito. Y lo más seguro es que para cuando vuelvas al norte, empiece el calor de nuevo. Más te vale que te guste el calor, porque te vas a hartar de él, jajaja. Espero que tengáis un agradable y buen vuelo a Australia, a ver que os depara por ahí.
Me gustaMe gusta
Espero que el calor de aquí no sea como el de Asia… Gracias por los ánimos, lopi!
Me gustaMe gusta
Juanma: lo primero, que te mejores y podáis disfrutar del pedaleo en Australia (no lo recorráis todo, porque es muy grande). Muy bien el vídeo del colegio, los niños lo pasan muy bien y vosotros también.
Váis a poder ver en Brisbane a José Antonio ?
Enviarnos un detalle del recorrido que por Australia y también el de EE. UU.
Un fuerte abrazo para los dos y que te mejores.
Angela y Enrique
.
Me gustaMe gusta
Gracias, yo también espero estar mejor en unos días. Lo de José Anotnio era complicado, porque estamos en Brisbane solo de madrugada.
El recorrido por Australia es desde Adelaida hasta Sydney, todo por la costa. Si pinchas en mapa – australia, te puedes hacer una idea. La ruta de EEUU está un poco por decidir, pero ya os informaremos.
Un abrazo
Me gustaMe gusta
Ahora encontrareis algo más de paz y organización (aunque pensándolo bien no se si eso es algo necesariamente positivo, ya que asia tiene que tener un encanto increíble)
No sé como funcionará el sistema sanitario australiano, pero comprad si podéis medicamentos allí porque EEUU no es un buen lugar para ponerse malo…
Que tengáis una buena tercera etapa!
Me gustaMe gusta
Muchas gracias, Arturo. Pues sí, es bastante cambio, aunque Singapur ya era supercivilizado. Aquí no hace tanto calor, por lo menos 🙂
Un abrazo!
Me gustaMe gusta